En España si no eres un profesional que actualiza sus conocimientos día a día, o no te informas desde todos los ángulos sobre aquellas materias que te interesan, corres un riesgo seguro de que te engañen miserablemente, ya sea desde los medios, desde otros profesionales interesados, o sobre todo desde los principales partidos políticos y organizaciones sindicales y profesionales.
Mis principales conocimientos profesionales han radicado siempre en el campo del urbanismo, materia en boca de todos y que en manos de políticos, a parte de servir a sus intereses, se convierte en un galimatías de imposible solución, cuando para quienes estamos en ello, el urbanismo tiene soluciones perfectamente acometibles, sencillas y, en mi caso, expuestas y publicadas hasta la saciedad, sin el más mínimo éxito.
Siendo así, nos entra la sospecha de que en otros campos debe ocurrir lo mismo, sospecha que se hace realidad con la simple inclusión en otros mundos en donde los expertos te aseguran que las medidas a adoptar suelen ser radicalmente distintas a las que legislan unos u otros.
Así las cosas si quieres saber algo de fiscalidad, evasión fiscal, paraísos fiscales, o porqué por este camino no vamos a ninguna parte, no te queda otra que entrar en las páginas, bien de la organización profesional de Inspectores de Hacienda de España (informe de 16 de mayo de 2013), o de GESTHA, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, agrupados como colectivo, donde puedes encontrar datos fiables y escalofriantes de lo que está ocurriendo, de la ‘desfeita’ política y de las posibles soluciones perfectamente expuestas por los expertos en la materia.
Algunos datos de sus informes: En los países europeos en los que el fraude fiscal es la mitad que en el nuestro, se gastan en sus Agencias Tributarias, para ser eficientes, más del doble que nosotros. En España se ejerce un gran control sobre el IRPF, por su facilidad y bajo coste, donde el fraude fiscal es mínimo (nóminas), poco control en las Pymes y casi nulo en las grandes empresas, donde radica lo mas delictivo, inspeccionando así de forma inversamente proporcional a donde se encuentra el problema, de manera que incluso los grandes ‘planifican’ su evasión y fuerzan leyes favorables a sus intereses, de tal manera que 33 de las 35 grandes empresas que forman el Ibex-35, tienen filiales en paraísos fiscales a las que trasladan sus principales beneficios obtenidos donde sea, evadiendo los impuestos en España (¡alucinante!). Las dos restantes, INDRA y SACYR-Vallehermoso, también con filiales en paraísos fiscales, aseguran que solo asignan beneficios en tales países, cuando en ellos se generan.
El valor total de capitales ocultos en territorios offshore, se estima en unos 30 billones de dólares, un 10% del PIB mundial, la mitad en manos, no de organizaciones secretas, mafiosas, etc., sino de los 50 principales bancos mundiales especializados en banca privada, asistidos por los principales despachos de asesoría legal y contable, de los que en España poseemos varios, de unos y de otros. Solo en Suiza, la cueva de Alí Babá, los españoles tienen depositados unos 45.000 millones de euros.
De cada 100? gastados en España, Hacienda tan solo rescata 9,7 ? frente a los 12,3 ? de media europea, perdiendo con ello anualmente unos 17.180 millones de euros. En el Impuesto de Sociedades, España es el 5º mas alto con un 30%, por encima de la media de la UE-27 del 23,1%, estando su recaudación en el puesto 22 de 27, concentrando las grandes empresas, prácticamente sin inspección alguna, el 72% del fraude total, al tiempo que a los defraudadores se les posibilitó blanquear su dinero a cambio de cotizar un 3% de media.
Los datos ofrecidos son tan absolutamente escandalosos, que si no tuvieran su origen en los propios inspectores de Hacienda, nadie se lo creería, cuando en esas mismas páginas, los mismos que ofrecen tales datos aseguran que salir de esta crisis, vía fiscalidad, es perfectamente posible dando todo tipo de soluciones, por supuesto ajenas a las que el inútil de Montoro se empeña en hacernos creer, ahora que se echa las manos a la cabeza cuando comprueba que con la subida del IVA (lo contrario a lo que aseguraba en elecciones) aun recauda menos que antes.
Cuando los que tienen la sartén por el mago (grandes empresas) no quieren, lo mejor es colocar a los que no saben (políticos), pagarles sus juguetes (partidos políticos), ayudarles a llevárselo crudo (banca privada), poner en manos de la ‘justicia’ a los que se lo montan burdamente (Ruiz Mateos, Bárcenas, Urdangarín, Blesa, etc.) por aquello del espectáculo y que parezca que la cosa funciona, y a cambio obtener leyes por las que poder blanquear a precio de saldo, radicar la práctica totalidad de beneficios de sus empresas en paraísos fiscales, y sobrecargar todo el grueso de la inspección en el currito de la nómina que, como es tonto, y se piensa que esto tiene algo que ver con la democracia, paga y calla.